El viaje Buddhista de Mani
El cuento El viaje Buddhista de Mani, se inspira en una tradición del Buddhismo tibetano para desarrollar la historia de la protagonista y su viaje de conocimiento.
En el Buddhismo tibetano, junto con la iconografía de Buddhas y Bodhisattvas se encuentran ampliamente representados los llamados ‘Ocho Signos Auspiciosos del Buddhismo’, que remiten a aspectos de la consciencia del Buddha y sus enseñanzas esenciales, conectándonos con su sentido más profundo.
Estos símbolos los podemos encontrar tanto en los monasterios - representados en sus paredes y columnas, tronos, o dibujados con tiza en el suelo para recibir a grandes lamas y dignatarios - como en la vida cotidiana - en pinturas, bordados, orfebrería, cerámica u otros soportes-. Se considera que estos símbolos otorgan bienestar y felicidad en el ciclo de vidas. En su conjunto simbolizan el camino espiritual que nos conduce a la liberación del sufrimiento y a la paz interior permanente, a la Iluminación.
Mani Sentada bajo la sombrilla
Podríamos resumir sus diferentes significados de la siguiente manera:
La sombrilla: simboliza la protección a todos los seres. Su sombra los preserva de enfermedades, malos espíritus, y del sufrimiento. Es la sabiduría que elimina todos los obstáculos y remite también a la alegría de realizar actos positivos.
La caracola: usada como cuerno o trompeta, representa la voz de Buddha con sus enseñanzas, al Dharma profundo que despierta del sueño de la ignorancia e impulsa a realizar el bien para sí y para los demás. Nos anima a escuchar esas preciosas enseñanzas, a contemplarlas y meditar en su significado.
La rueda: símbolo del movimiento del Dharma, el conjunto de las enseñanzas del Buddha, se mueve en todas las direcciones y épocas propagando sus enseñanzas. Es el más popular y la primera representación buddhista de la que se tiene conocimiento.
La vasija: representa la larga vida, está colmada de riquezas, sabiduría, y nunca se vacía por más que se saque contenido de ella. Son las enseñanzas inagotables de Buddha.
El nudo infinito: imagen de la interdependencia de todos los seres y fenómenos, la unión de la sabiduría y la compasión, de los medios y del conocimiento, de la sabiduría y el amor infinitos de Buddha. Su entrelazado representa que todos los fenómenos están unidos en un ciclo cerrado de causa y efecto.
La flor de loto: simboliza el potencial de la mente, de la humanidad. Tiene sus raíces fijas en el barro del fondo, su tallo atraviesa las aguas turbias y la flor que se abre inmaculada en la superficie, es como el Ser que se abre camino a través del dolor, la ignorancia y el deseo, hacia la claridad, el conocimiento y la iluminación.
Los peces de oro: parábola de la ausencia de temor, ejemplifican la capacidad de moverse libremente sin ahogarse en el sufrimiento del Samsara o ciclos de vidas. Se mueven felices liberados de la ignorancia y representan también la fertilidad y la abundancia.
El estandarte o bandera: simboliza la victoria del conocimiento o sabiduría sobre la ignorancia, lo negativo y los obstáculos. Remite al logro que se alcanza a través de las acciones del cuerpo, el habla y la mente. Representa además el logro de la iluminación del Buddha que eliminó las perturbaciones mentales y apariencias erróneas animándonos a vencer las nuestras.
El niño arco iris: Un cuento sobre la meditación y la luz interior
El cuento El niño arco iris: Un cuento sobre la meditación y la luz interior se inspira en el Bön y la historia del Buddha que fundó esta tradición.
El Yungdrung Bön es una escuela filosófica/espiritual de Tíbet, que ha ejercido una gran influencia sobre muchas culturas y creencias religiosas de Asia Central. Se considera la más antigua tradición espiritual del Tíbet, anterior a la introducción del buddhismo procedente de la India en el siglo VII.
Según sus anales, la tradición Bön fue fundada por un Buddha llamado Tonpa Shenrab.
El cuco azul se posó en el hombro de Tapi
El objetivo de la práctica del Bön consiste en alcanzar el estado de Buddha.
La principal práctica de meditación del Bön se conoce como Dzogchen o Gran perfección. Dzogchen se refiere al estado primordial y a la condición natural de todo ser viviente, al aspecto más universal del ser humano. Sus practicantes lo consideran como el sendero supremo y definitivo para obtener el Despertar.
Uno de los principales maestros Dzogchen del Bön se llamó Tapihritsa, quien vivió en el siglo VIII bajo la apariencia de un nómada ordinario, que se encontró con su maestro, quien le transmitió lo que se conoce como las enseñanzas esenciales en cinco claves:
La visión es mente
La Mente es vacío
El vacío es luz clara
La luz clara es unión
La unión es el gran gozo
Tras practicar dichas enseñanzas durante nueve años en una cueva, Tapihritsa alcanzó el “cuerpo de arco iris.” Este logro fue el resultado de su práctica Dzogchen, una señal de su nivel de realización, de su integración en el estado no-conceptual de la mente, que no es simplemente vacuidad, sino que es todo luminosidad. Por esta razón, según las enseñanzas Bön, nuestro propio cuerpo puede convertirse en luz, y una persona puede “iluminarse” y manifestar el “cuerpo de luz” o “cuerpo de arco iris.”
Existe en el Bön una práctica específica en la que se visualiza a Tapihritsa sentado en la postura de meditación, rodeado de un arco iris. Su cuerpo es transparente y luminoso, sentado en el medio del espacio, desnudo, como la Naturaleza de la Mente, sin impurezas.
El cuento de Tapi, el “niño arco iris” se inspira en este maestro Dzogchen de la tradición espiritual del Yungdrung Bön.
La enseñanza del río: Un cuento Zen que nos invita a fluir con la vida
El cuento La enseñanza del río: Un cuento Zen que nos invita a fluir con la vida, está inspirado en el cuento L’heritage del maestro Keisen Vuillemin.
Keisen Vuillemin es un maestro contemporáneo de la línea de Buddhismo Zen Soto, que ejerció como físico en el CERN (Laboratorio Europeo de Física de Partículas Elementales) en Ginebra. Dirige el Dojo Zen de Ginebra desde hace más de 25 años. En su enseñanza el cuento es una de las formas de transmitir el Dharma a los practicantes.
Esta es una práctica común en casi todas las tradiciones espirituales, donde los cuentos, narraciones, historias, fabulas, kōans nos invitan a reflexionar acerca de nuestros hábitos, emociones, conceptos y creencias más profundas
El agua del Río
Zen, o Buddhismo Zen (Chan en chino)
Es una escuela de Buddhismo Mahāyāna que se originó en China durante la dinastía Tang. El Buddhismo Chan dio origen a otras escuelas, incluidas varias escuelas Zen japonesas, a las que a veces se refiere el término "Zen".
La palabra Zen es la abreviación de "zenna", la pronunciación japonesa de la palabra china (chánnà), que a su vez proviene de la palabra sánscrita dhyāna, que significa meditación.
Esta escuela enfatiza la rigurosa práctica de la meditación sentada (zazen), la comprensión de la naturaleza de la mente y la expresión personal de esta visión en la vida diaria, especialmente en beneficio de los demás. Como tal, desestima el mero conocimiento intelectual y favorece la comprensión directa a través de la práctica espiritual y la interacción con un maestro consumado.
El Soto es una rama del Buddhismo Zen. La actualización moderna de la práctica del Zen Soto en occidente tiene su origen en la enseñanza del maestro Kôdô Sawaki, quien vivió en Japón en el siglo XX. El maestro promovió y priorizó la presencia de los monjes en el tejido social, en la vida de la comunidad, paralelamente a la práctica cotidiana del zazen.
Una de las características distintivas de esta escuela se encuentra en su práctica del Shikantaza, un particular acercamiento al zazen, que es a veces mencionado como meditación de la "iluminación silenciosa".
Este camino de énfasis en la meditación puede hacerse tanto por laicos como por monjes, siguiendo los preceptos morales del Buddhismo, creyendo que todos los seres poseen una naturaleza de Buddha y expresando compasión en actividades desinteresadas. Es una forma de descubrir la verdad y aprender a aceptar al mundo como es, al tiempo que se descubre la naturaleza propia.